lunes, 16 de agosto de 2010

11 S

Hoy he soñado que desde la ventana de un edificio nuevo veía hundirse uno tras otro, todos los bloques de alrededor. No es la primera vez. Pensaba en el sueño que mi edificio era seguro, pero en poco tiempo tuve que escapar corriendo porque también se caía. La sensación no era tanto de miedo como de decepción, y de vacío. Al despertarme me he quedado un rato divagando. Algo se me está viniendo abajo….

A nadie se le ocurrió nunca pensar que las torres gemelas del World Trade Center caerían una tras otra, reducidas a escombros, en cuestión de minutos. Ni siquiera después del impacto de los aviones terroristas. Nadie pensaba que se hundirían. Y se hundieron. Como se hundió el Titanic. Pero es que la tierra resultó no ser el centro del universo. Y además no es plana. Y Michael Jackson está muerto, como Elvis Presley, como Marilyn. Y Pastora Vega e Imanol Arias se han separado.

Incredulidad, perplejidad, dolor muchas veces.

Un día nuestro padre se salta un semáforo en rojo, o al Madrid le clavan tres goles, o nos deja nuestro marido, o nos volvemos hipertensos. Y cómo duele. Sobre todo cuando nuestro padre es intachable, nuestra cantante favorita es la más grande, nuestro amor eterno, o nuestra salud de hierro.

Pues no. Una mierda. Los ideales no existen, ni las certezas. Y eso es lo que se hunde. Una certeza tras otra, un edificio tras otro.

Esto no es nuevo, el refranero lo expresa muy bien “a la mejor puta se le escapa un pedo”. También Heisenberg, cuando enunció el principio de incertidumbre (no es posible conocer exactamente el valor de todas las magnitudes físicas que describen el estado de movimiento de la partícula en ningún momento, sino sólo una distribución estadística). Y si no, basta con mirar alrededor.

Es más que evidente. A pesar de eso, algunos nos resistimos a aceptarlo. Y más nos valdría ir aprendiendo que quizá la incertidumbre y la imperfección sean los únicos elementos fijos del paisaje. Pero no es fácil. Se ve que nos dijeron un día que la felicidad suprema estaba en el cielo. Y lo creímos. Y andamos atrancados, soñando con derrumbamientos y de decepción en decepción. Como las moscas que se obstinan en darse un trompazo tras otro contra el cristal buscando la luz, cuando tienen la miel ahí al lado, en la cocina.

Pues no, ni felicidad, ni suprema, ni cielo.

Otros parece que lo han aprendido antes y aunque no siempre, muchas veces se les ve contentos. Eso es mucho. Atención. Eso es mucho. Son esos que son capaces de gozar un poco aunque vivan con el dolor incrustado. Ese va a ser el truco, aprender que probablemente la felicidad no hay que ir a buscarla a las grandes certezas de la salud, el amor, la prosperidad, etecé. Seguramente es más práctico prestarle un poco de atención al deseo, a las ganas, y darles cuartelillo. A efectos de disfrutar, digo, que parece que es de lo que se trata.

Gor tiene sus problemas, como todos. Ahí anda. Pero le gusta pescar. No tanto volver cargado de peces como madrugar, preparar su cebo, escoger el sitio y decidir si lanzando o a fondo. A mí me gusta cuando vuelve. Viene contento. Le gustan más cosas. Es hombre de disfrutar. Poco a poco.

7 comentarios:

  1. Comienzo de depre postvacacional.Cuando algo se derrumba algo después se erige posiblemente mejor.No nos hagamos grandes ilusiones seamos post-modernos, las enormes verdades son cuestionables, las pequeñas mucho menos.Hay mucha gente que te quiere y te necesita.

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  2. Sí, Justine, hay dos certezas en nuestra vida: el nacimiento y la muerte, y todo lo que hay entre las dos es incertidumbre. Tenemos poca capacidad de maniobra, para que nos vamos a engañar, pero merece la pena, siempre merece la pena, pase lo que pase...Todas nuestras vivencias implican eso, que estamos vivos, y entre ser y no estar, yo elijo vivir, con toda su enorme complejidad. Sólo espero que mi nivel de serotonina se mantenga alto para asumir las tristezas con entereza.

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  3. Querida, en todos los sentidos, Justine. Es seguro que la felicidad no es plena, pero sí es cierto que la vida de cada uno se nutre de esos pequeños momentos que nos hacen felices y nos hacen olvidar los malos; tu Gor se va a pescar y vuelve sin un pez, ves que tus críos se lo pasan en grande en la piscina, tu horita de padel... con todo eso ¿a quién le importa si al Madrid le han colado 3?

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  4. Nada es para siempre pero todo tiene belleza dentro no intentes que todo permanezca, no lo hará, intenta buscar la belleza en todo, si tienes suerte y constancia, la encontrarás.

    Me encantó... y me hizo rescatar un post abandonado del trastero de la Academia (este)

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  5. Justine.Tu sí eres un bello sueño soñado en la noche,cada noche.Noticia esperada ansiosamente,que llega a tí cuando no la esperabas ya.Alma blanca.Justine,la que no miente,la que no calla.Eterna Justine

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  6. Muchas gracias a todos. Veo que hay mucha gente por ahí con cosas interesantes que decir, y me encanta que las digáis aquí

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  7. Yo crecí pensando que había cosas que eran para siempre como eso de la jubilación a los sesenta y cinco años o aquello de que el sueldo se incrementaba cada año.... iluso.

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