sábado, 18 de septiembre de 2010

EL PERRO SALVAJE

Alzó los ojos y quedó paralizada ante la visión de un perro enorme de color negro que se le aproximaba desde lejos a la carrera, con las fauces abiertas y una horrible expresión de violencia. Por un momento tuvo dudas de que el perro se dirigiera hacia ella así que se giró en el banco mirando a su alrededor, tratando de encontrar a otro, a otra víctima. Pero no había ni un alma en el parque. Pánico. El perro se acercaba rápidamente. Lidia trató de despojarse de numerosas bolsas de ropa que tenía amontonadas en su regazo. Ya oía su trote y sus jadeos. El perro encima. Veía caer sus babas en la carrera. Era un monstruo enorme. Tiró las bolsas al suelo y se refugió estúpidamente debajo del banco. El perro ladraba atronador y a Lidia se le heló la sangre , no podía moverse. No podía respirar. Ni gritar. Era caer al abismo. El perro llegó, asomó el hocico debajo del banco y la atrapó con su enorme boca por un tobillo con un gruñido infernal. Lidia sintió cómo los colmillos del animal se hundían en su carne, cómo la zarandeaba por el tobillo. El dolor era insoportable. Sólo veía polvo, y su cabello arrastrando por el suelo del parque. No oía más que los jadeos y los gruñidos broncos del horrible monstruo negro. Estaba muriéndose y cerró los ojos.

Se hizo el silencio. Sólo el dolor en la pierna. Entonces Lidia abrió los ojos y estaba oscuro. Notó el suelo duro y frío de hormigón. Trató de incorporarse pero no pudo, estaba amarrada de manos y pies, con la boca sellada con una banda ancha de cinta aislante. Entonces recordó. Lo recordó todo y el corazón se le hizo un nudo, y los ojos se le llenaron de lágrimas. Agua tibia y salada que empezó a rodar por su cara y a gotear al suelo. Sin saber por qué le vinieron a la memoria su madre, y su exmarido, quizá los únicos vínculos amorosos reales de su vida. Le dolía el tobillo, y la entrepierna, y los pechos. Lo recordó todo. Había sido horrible, lo que no recordaba es cómo había llegado a esa nave, ni sabía cuanto tiempo llevaba allí. Se dio cuenta de que no tenía escapatoria y entonces quiso morir.

De repente se oyó una llave abriendo una cerradura y se filtró desde el exterior un haz de luz que le hizo apartar la cara. La silueta de Héctor se dibujó a contraluz. Aún así Lidia le pudo ver la espantosa sonrisa demoníaca que ya había conocido y se encogió en un espasmo de terror.

“Bien, bien, bien….¿qué tenemos aquí?, ¡oh, una linda gatita asustada!...”

16 comentarios:

  1. Una vez puse en tu blog que tienes el don de conmover al lector. Es un don, no me equivocaba, porque siempre lo consigues, sea cual sea el relato y el tema.
    Gracias por tus gotas de fuego.

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  2. Muy bueno...muy muy bueno...pero ¿qué pasa con Lidia? ¿por qué Héctor le hace eso? ¿es su exmarido? ¿de quien es el perro y como se llama? nos debes una segunda parte y si es muy muy larga, mejor

    Meredith

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  3. Magistral,tiene muchísima fuerza.
    Me quito el sombrero y te hago una reverencia!

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  4. Inquietante, aunque ahora, después de leerlo, me surgen un montón de dudas... tiene toda la pinta de tratarse de un secuestro, pero por qué lo hace de esa manera y a plena luz del día ¿? ¿es su exmarido?.
    Esperamos con impaciencia esa segunda parte

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  5. El perro es de Héctor, lo utiliza para inmovilizar a Lidia. Aunque también el perro es una metáfora de Héctor. Héctor no es su exmarido porque, junto con su madre, es el único vínculo amoroso de su vida. Héctor la ha violado porque ella recuerda el hecho y siente los dolores. Él es un psicópata y ella está en sus manos...
    Esta es mi hipótesis, espero explicación, gracias.
    Sigo insistiendo, puedes escribir una novela cuando quieras. La compraré y no la bajaré, lo prometo.

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  6. Os señala la luna y miráis el dedo, avivad esa perspicacia, es otro cuento más de ella el mito de la bella y la bestia...

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  7. Continuad vosotros, ¿por qué no seguís vosotros un poco más?...

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  8. Como nos das permiso para seguir, ahí vá y que continúe otro/a: Ya lo dijo el Señor: no te entregues del todo a una mujer no sea que te llegue a dominar.No te acerques a una prostituta no sea que caigas en sus redes.Jamás te sientes junto a una mujer casada, ni bebas vino con ella en la mesa no sea que tu corazón se enamore de ella, y tu pasión te lleve a la ruina. Mirar una mujer es como un dardo venenoso que hiere el alma, nos inocula el veneno y cuanto más perdura, más arraiga la infección.Acércate al fuego ardiente antes que a una mujer joven. Las mujeres no habéis cambiado y nunca cambiaréis, seréis siempre la perdición del hombre.
    ¿Has oído, zorrita, a qué me echabas de menos?
    A que siempre quieres más?....

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  9. En ese momento Lidia oyó unos sonidos familiares en el piso de abajo: la tapa del wáter que se cierra, la cisterna..pero no el grifo del lavabo. El nunca se lava las manos.
    _Lidia, ¿donde estás?
    _Estoy aquí-contesté sin apartar la vista del teclado.
    -¡Lidiaaa!-gritó un poco más fuerte
    -Aquí en la buhardilla, Héctor, escribiendo
    Oí sus pasos subiendo la escalera y me apresuré a apagar el ordenador
    -¿Escribiendo a estas horas? Pero ¿qué locura es esa?
    -Es que no me podía dormir y me entraron ganas de...-balbuceé sin acabar la frase
    -Anda baja a hacer el desayuno que van a venir los de la mudanza y está todo sin recoger. Antes de que se levanten los niños.
    Con desgana bajé la escalera y sorteando cajas de cartón llegué a la cocina y puse la cafetera. Me esparaba un día duro..

    Ana G

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  10. ¡¡¡¡ Lidiaaaaa !!!!


    ¡¡¡ Soy yo otra veeez, soy tu violadoooooor !!!

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  11. -¡¡Lidiaa!! ¡Este café está asqueroso!. ¿Es que no sabes hacer nada bien?. Claro, con tantos pájaros en la cabeza... ¿Cual es la última gilipollez que se te ha ocurrido?. ¡Ah, sí!. ¡Escribir!. Pues que sepas que en la casa nueva no vas a tener un sitio donde poner tu ordenador.
    "En la casa nueva..-pienso-lo que él no sabe es que a la casa nueva se va él solo con sus cosas. Y su perro"

    Ana G

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  12. Joder, con el violador de mierda, no que se pone ahora a ver el partido! Vaya rollo...

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  13. Muchas gracias a todos por participar. Está claro que Héctor es un gran personaje. Me da que tendremos noticias suyas más adelante...

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  14. Un gato,un perro,¿ qué es lo próximo que te vas a sacar de la chistera, un ¿¿¿ conejo!!!

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  15. Héctor traspasó el umbral del dormitorio que se encontraba aún a oscuras.
    Lamento de veras la pesadilla que has tenido, no sufras más... quisiera hacertela olvidar, hoy es nuestro aniversario, hoy hace algunos años que nos vimos por primera vez y
    te sigo amando igual que aquel día en que conocimos a pesar de lo mal que lo hemos pasado en los últimos tiempos, a pesar de todos los problemas que hemos tenido, te quiero y quiero quererte toda mi vida...
    Lidia, aún temblorosa por el recuerdo de la pesadilla que había tenido, empezó a llorar de nuevo, emocionada abrazó a Hector.
    Vámonos de aquí, dijo

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  16. pues yo no puedo continuar, no, no puedo

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