lunes, 11 de octubre de 2010

OVULANDO

Ayer pasé muy mala tarde. Me dolía el vientre. Estaba ovulando. Me da no sé qué ovular a mi edad. En realidad, lo que me altera es que los demás sean conscientes de que yo, con los años que tengo, ovulo y menstrúo regularmente. Me siento como si todos me miraran de reojo y pensaran …anda que ésta, con esas arrugas y empeñada en seguir siendo joven…Se de sobra que eso son cosas mías, que PROBABLEMENTE nadie me mira de reojo ni nada de nada. Pero me da un pudor y una vergüenza que para qué contar. Y la culpa no es mía del todo, ojo. No hay más que ver los anuncios de salvaslips, esas púberes…. No hay más que entrar a un baño público de señoras y ¡ahí lo tienes! El recipiente para depositar los apósitos higiénicos, identificado con una etiqueta en la que se ve la silueta de una jovencita minifaldera de melena vaporosa (que yo no soy desde hace muchos años…si es que alguna vez lo fui). La pegatina como queriendo decir “¡eh, chicas, los tampones usados aquíii, graciaaas!”, y al mismo tiempo…”y tú qué miras, fósil, tu compresa para las pérdidas de orina te la guardas en el bolso y la tiras en tu casa, vieja”. Es una putada, pero esta fertilidad residual en señoras de mi edad es algo a disimular. Digan lo que digan.

Yo no hago mención de estas cosas ni en casa. Mis hijas se quejan abiertamente de sus dismenorreas y sus ovulaciones dolorosas.. “Oh, Dioooossss, joder mamá, qué dolor de barriga, vaya mieeeeerda de regla, ne-ce-si-to un espidifén ya, por favooor!”. Ese escándalo de dolor que las chicas temen, celebran y fulminan con antiinflamatorios. Qué alegría, cuánta vida. Qué óvulos tan rechonchos y relucientes jugándosela cada mes en sus úteros esponjosos. Con qué ligereza viven mis hijas sus reglas. Se quedan sin compresas cada dos por tres, manchan las braguitas y las sábanas porque no se acuerdan de cambiarse. No saben cuándo les toca…

En cambio yo, no digo nada. Nunca. Como mucho,…”estoy un poco molesta, me voy a echar un rato….”.Mi marido no se entera, ni de las ovulaciones ni de las reglas (ehh!, no quiero risas), ya me encargo yo. Procuro aguantar el dolor a pelo porque los antiinflamatorios me destrozan el estómago y el paracetamol no me hace nada. NUNCA me faltan los repuestos higiénicos, porque repongo a gogo, de forma totalmente programada, en la compra general de cada mes. Ese día procuro que me acompañen mis hijas. Me da cosa ser yo la que deposite los paquetes de compresas en la cinta de la cajera, ya digo. Los miran, me miran, en fin…ya lo he explicado.

Sólo hablo de esto con mis amigas. De vez en cuando, en el café, hacemos una ronda de comentarios sobre cómo va cada una. Monitorizamos, podríamos decir, el advenimiento de la menopausia a nuestra pandilla de cincuentonas. “Yo como un reloj”…”a mí ya se me va adelantando”…”yo este mes ni papa”…en fin. Yo sufro en estos cafés. Ellas se mondan, pero yo sufro. Le llaman tardes de porno, porque hablamos de las dos equis, XX, de botox y de tampax. Personalmente, la verdad, lo encuentro un binomio horrible. Así que ni con ellas me gusta hablar de esto.

Ayer lo pasé mal, porque me dolía mucho, más todo lo anterior. Por fortuna, Vicente y las chicas se fueron al cine y me quedé sola…”no, yo me quedo ordenando los armarios…”. Me tumbé en el sofá con un té calentito y “Ana Karenina”. Y cerré los ojos. Me pareció por un momento que ese dolor de la ovulación tenía algo de humano y me estaba queriendo decir algo, así que escuché a mi vientre. A mi edad no duele la barriga, duele el vientre. Las que hemos sido madres y nos hemos abandonado alguna vez al gobierno de nuestros órganos reproductores, crecidos, maduros, esplendorosos, exultantes de hormonas. Las que hemos vivido eso, les profesamos un afecto especial. Imposible que mis hijas sientan sus ovarios abrirse ni su útero descamar. A ellas les duele “que te cagas”, y ya está. Por eso yo no uso el genérico barriga, donde caben tripas, bilis, heces. Yo digo vientre, más femenino, más germinal. Mis amigas y mis hijas se descojonan de mí por ello “anda mamá, con el rollito del dios te salve …de su vientre Jesús, juas, juas”. Me da igual.

Pues sí, me recosté, cerré los ojos y me puse las manos en el vientre, eran grietas de dolor que se abrían desde detrás del pubis hacia mis manos. Ese dolor me estaba diciendo, “otra vez, algo bueno puede nacer si tú quieres, puedes hacer que algo nazca. Tienes tiempo. No demasiado, pero aún tienes algo de tiempo. Te lo digo hoy y aún te lo diré unas cuantas veces más. Pero escucha, puedes hacer que algo bueno nazca. Está en tus manos. Piénsalo”.

8 comentarios:

  1. té y anna karenina eso tambien se lo perdería una jovencita minifaldera

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  2. Me encanta el final. A todos nos habla nuestro dolor y haremos bien en escucharle.
    El resto del texto me queda un poco alejado de mis preocupaciones actuales. La crisis masculina es a los 40, dicen. Debo haberla pasado o he sido pasto de ella...

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  3. Cada día me reafirmo más en la idea de que la juventud tiene mucho más que ver con el espiritu y con la personalidad que con los años que se tiene. Esto es cierto siempre y cuando una no se deje influir por la presión del listado social de cosas imposibles, a según que edad, a menos que se quiera hacer el más espantoso de los ridículos.
    Yo estoy preocupada porque no me siento nada mayor, y me pregunto si no tendría que hacer un esfuerzo por asumir lo que quiera que sea que debe asumir una señora de mi edad. Hasta escribir señora se me hace difícil porque no me define. Aunque más vale ser señora que puta, dicho sea de paso. A lo que iba, ¿qué ocurrirá cuando llegue a los cuarenta y cinco, a los cincuenta o peor aún a los sesenta?, ¿y sí sigo igual?... y eso que mi ovulación es la única anarquía que tolero en mi vida sin ansiedad.

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  4. Pues no sé qué pensar.

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  5. Una vez me subí en un caballo en la puszta(llanura)húngara, yo no sabía montar, el caballo no estaba amaestrado, tardé en caer unos cinco minutos.
    Pues igual de peligroso debe ser subirte encima de una mujer fértil sin que te haya avisado nadie...
    Es preferible jugar al pádel.

    Perdón por entrar en un blog para señoras...sorry

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  6. Adan no creo que a nadie le interese tus aventuras en la puszta húngara y mucho menos la similitud que planteas con la ovulación, me parece de muy mal gusto.

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  7. Hombre en un blog en que se escribe ovulando, óvulo, menstruo,salvaslips, apósitos, tampones,compresas, pérdidas de orina, tampones usados,putada, joder, mierda, úteros esponjosos, manchan las braguitas y las sábanas, reglas, tardes de porno, las dos XX de botox y de tampax," que te cagas", bilis, heces,descojonan, pubis,que lo que yo digo sea lo de mal gusto me parece...digamos que un poco injusto, pero pido perdón si he ofendido a alguien.Lo siento mucho.

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  8. Justine, te falta un poco para llegar a la anagnórisis

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